LA REFORMA UNIVERSITARIA HASTA NUESTROS DÍAS
Un elemento significativo para el
movimiento estudiantil universitario en Latinoamérica durante casi todo el
siglo anterior y que cobra plena vigencia en nuestros días constituye la REFORMA UNIVERSITARIA.
A partir de 1918, con el ejemplo de lo
sucedido en Córdoba - Argentina, que se erige como la Primera Gran Reforma de la Universidad Pública,
se proclaman postulados como el cogobierno de los distintos sectores que
conforman el Alma Mater, la gratuidad de la enseñanza, la autonomía, el
laicismo; etc.
Pero sin lugar a
dudas, permanentes han sido las arremetidas políticas, ideológicas y hasta
económicas por parte de las clases dominantes a través de sus partidos
políticos, de los gobiernos entreguistas y de ciertos "intelectuales"
que actúan como agentes del imperialismo, fundamentalmente norteamericano. Esa
acción se ha ejecutado en los últimos tiempos a través del, modelo neoliberal.
Plantean como lo han repetido los
organismos crediticios internacionales como el Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional y últimamente la Organización Mundial
de Comercio FMI y la OMC
transformar la educación superior en una mercancía, por lo que se eliminaría
su carácter de derecho de los hombres y mujeres jóvenes que aspiramos a
educarnos.
El neoliberalismo levanta un proyecto de
"reforma" que es diferente al que el movimiento estudiantil y los sectores
democráticos universitarios planteamos para el debate en las distintas casas
de estudios y la sociedad en general.
El proyecto de "reforma" o
modernización del imperialismo norteamericano, de los organismos
internacionales y las clases dominantes de nuestro país se resume en los
siguientes señalamientos:
1. Suprimir la autonomía de los Centros de
Educación Superior, porque ella constituye una traba significativa para poner a
la Universidad
al servicio de sus intereses mezquinos puesto que la investigación, ciencia y
tecnología y hasta los propios pénsums de estudios
serían diseñados por las Cámaras de la Producción y las agencias internacionales en
función de los requerimientos del mercado.
2. Asfixiar económicamente a las Universidades
a través de dos vías: la primera, reduciendo periódicamente el presupuesto que
se asigna por parte del Estado a la Educación Superior
(incluso eliminan las preasignaciones que la Constitución
establece) y la segunda, reteniendo las escasas rentas que pertenecen a la Universidad, pues dan
prioridad a la cancelación de "otros compromisos", excepto del sector
social.
3. Elevar el costo de la educación con altas
matrículas, fondos administrados, tasas, aranceles, cursos, carreras y
especializaciones autofinanciadas tanto en pre-grado
como post grado.
4. Proliferación y fortalecimiento de las
universidades particulares con el objeto de quitarles peso específico a los
centros de estudios superiores públicos. En la actualidad el Sistema Nacional
de Educación Superior cuenta con 25 Universidades y Escuelas Politécnicas
públicas mientras que son las universidades
tanto autofinanciadas como cofinanciadas privadas.
5. Eliminar el Libre Ingreso a las aulas
universitarias, porque según los neoliberales la masificación de la universidad
pública determina su precarización en materia de
calidad y excelencia académica; por esta razón, pretenden instaurar un sistema
nacional de ingreso (según la Ley
de Educación Superior) con el propósito de establecer mecanismos "para
escoger a los más aptos" y reinstaurar el examen de ingreso, que
constituye una discriminación y eliminación de los estudiantes pobres,
mientras tanto en las universidades particulares no se determina ningún
parámetro para el ingreso en ninguna de sus carreras que no sea el dinero.
6. Aplicar la Ley de Educación Superior con distorsiones como
la eliminación de las conquistas estudiantiles y de los otros sectores
universitarios, suprimir la libertad de pensamiento, expresión y de
organización, desarticular los gremios universitarios, establecer conceptos
cientificistas, tecnocráticos, profesionalizantes
que borran el papel humano de la educación; esto último lo ejecutan a través de
los postulados del postmodernismo y el constructivismo (corriente ideológica al
servicio del neoliberalismo, aplicada en la educación).
7. Convertir a los centros de educación
superior en instrumentos de investigación al servicio de los grandes
empresarios y de las transnacionales extranjeras, alimentando de esta forma
los intereses de las clases dominantes y del imperialismo norteamericano.
8. Acondicionar los planes de estudio con los
requerimientos del mercado globalizado, con el objeto de capacitar mano de obra
barata al servicio de los intereses de los empresarios e industriales
privados.
9. Introducir el criterio de evaluación y
acreditación "externa" de las carreras y de las propias
universidades, lo que quiere decir que una empresa privada
"independiente" del quehacer universitario califique a los centros de
educación superior bajo los criterios de los organismos internacionales, lo
que niega la autonomía como razón de ser de la universidad.
10. Presentar como salida a la deserción
estudiantil de las aulas universitarias las carreras técnicas y tecnológicas,
lo que no garantiza una educación de verdadera calidad.
11. Eliminar las llamadas carreras "cuestionables"
fundamentalmente las ciencias sociales y humanas y reemplazarlas por aquellas
que se subordinan a los contenidos de la internacionalización del mercado y de
la educación.
Estos puntos constituyen las principales
imposiciones que el neoliberalismo pretende implantar en las universidades.
Esta concepción niega y es contraria
incluso con la concepción que los estudiantes tenemos de la universidad, pues
consideramos que esta es una institución que forma parte de la superestructura
de la sociedad que tiene cierto grado de "autonomía" (relativa) con
respecto a la base económica, es decir con respecto a las leyes que rigen el
mercado; pero sin lugar a dudas ese margen de autonomía permite que en medio de
una acentuada lucha de clases, las fuerzas democráticas, progresistas, de
avanzada, nos planteemos a través de la Reforma Universitaria
la posibilidad cierta de caracterizar y hasta de definir a los Centros de
Educación Superior como instituciones realmente democráticas, altamente
científicas y humanas, al servicio de los sectores populares de nuestro
Ecuador.
La propuesta de reforma que presentamos
incorpora los siguientes elementos que los presentamos para el más amplio y
fructífero debate:
1. Fortalecimiento y defensa de la autonomía
de las Universidades tanto académica como administrativa; rechazo a la
pretendida "autonomía financiera" pues ella significa la privatización
de nuestros centros de estudios. La autonomía que los estudiantes levantamos
exige la inviolabilidad de los predios del Alma Mater y la direccionalidad
legítima y única que los distintos actores y sectores de la comunidad
universitaria podamos concretar.
2. Establecer la independencia de la Universidad frente a
los sectores empresariales y gubernamentales que actualmente, bajo los
designios del imperialismo norteamericano, del BM, FMI Y la OMC, pretenden someter a la
universidad a las nuevas condiciones de la globalización y del capital
financiero internacional.
3. Proclamar el derecho irrenunciable de la
juventud a una educación universitaria científica, de calidad, impartida por
instituciones de carácter fiscal y laico; reafirmar la responsabilidad única
que el Estado tiene con la educación y la universidad, lo que significa romper
el carácter mercantil que los gobiernos de turno, las clases dominantes, el
imperialismo norteamericano y los organismos internacionales pretenden imprimir
a nuestros centros de estudios.
4. Exigir el inmediato cumplimiento de las
deudas que el Estado tiene con la Universidad, al tiempo que nos oponemos a las
elevaciones de aranceles y contribuciones estudiantiles, presentadas como
políticas de autofinanciación. Buscar el incremento de nuestro presupuesto a
través de alternativas como la reforma del Fondo Petrolero FEIREP (que en este
momento se destina mayoritariamente al pago de la deuda externa), la
promulgación de una Ley de Compensación a las Universidades, que sumado al
irrestricto respeto al FOPEDEUPO, cumpla con la obligación del Estado de
aumentar sistemáticamente las rentas universitarias.
5. Cumplimiento e incremento del porcentaje
presupuestario que el Estado debe asignar a las universidades por concepto de
investigación, ciencia y tecnología; pues ellas significan herramientas para
el progreso material del país. Exigencia no sólo del 1 % del PGE que según la LES el Estado ecuatoriano debe
asignar a las universidades, sino del 1 % del PIB que según la UNESO recomienda entregar a
los Centros de Educación Superior y sobre cuya resolución el estado ecuatoriano
es firmante en la
Conferencia Internacional de Educación Superior, realizada en
Francia.
6. Garantizar el derecho de los jóvenes, la
educación superior, a través de legitimar el Libre Ingreso como política
universitaria, para lo cual planteamos el establecimiento del Año Básico como
elemento fundamental del Sistema Nacional de Admisión y Nivelación. Las mismas
universidades deben garantizar la oferta en la diversificación de carreras y
especialidades para el estudiantado universitario.
7. Exigir la inmediata reforma democrática de
la Ley de
Educación Superior en donde se definan aspectos vitales como el cogobierno en
las Universidades y en sus propios estamentos de dirección (CONESUP, AUE,
ASUEPPE, CONEA, etc.), capaz que reglamenten la participación en no menos de un
50% del sector estudiantil en los organismos universitarios, además garantizar
la participación de los sectores de empleados, trabajadores y docentes como
legítimos sujetos dinámicos del Alma Mater. Esa reforma debe reconocer el papel
que los componentes de la Universidad Pública han brindado al país, por lo
que es necesario defender y ampliar su participación en organismos como el
CONESUP, la
Asamblea Universitaria, el Consejo Nacional de Acreditación y
Evaluación, etc.
8. Respeto a la libertad de pensamiento, de
cátedra y de organización de los sectores universitarios, entendiendo que la
universidad es el espacio donde las distintas corrientes, escuelas filosóficas
y políticas, se expresan.
9. Dinamizar a los centros de educación
superior como auténticos instrumentos de investigación, ciencia y tecnología
al servicio del desarrollo del país, del fortalecimiento del aparato
productivo nacional.
10. Definir los planes de estudio de tal
manera que junto a la investigación y la ciencia aporten a la producción del
conocimiento para construir un proyecto nacional de desarrollo que deslegitime
los intereses neocoloniales como el ALCA y el TLC.
11. Establecer el criterio de que son las
propias universidades en ejercicio de su autonomía quienes se evalúan y
acreditan, para ese cometido deben permanentemente rendir cuentas a la
comunidad que es quien valora el papel que estas cumplen, ya que son los
sectores de la sociedad quienes ayudan a financiar a través de sus impuestos la
enseñanza en las Universidades.
12. Promover la participación dinámica de la mujer en las
Universidades Públicas, además implementar políticas de equidad de género que
reconozcan tanto a hombres como mujeres como sujetos fundamentales en el
desarrollo del país.
13. Implementar programas nacionales, regionales e institucionales
de capacitación docente de tal manera que las Universidades y sus actores se
conviertan en impulsores del desarrollo nacional.
14. Atender prioritariamente al bienestar estudiantil, porque
invertir en este concepto determina frutos alentadores para la calidad de la
educación y para el desarrollo propio del país.
Nuestra propuesta de reforma se erige sobre
las necesidades y exigencias de los sectores populares, se compromete con el
Ecuador y la Universidad
de hoy y de mañana, con su desarrollo y el bienestar de las actuales y futuras
generaciones.
LA EXTENSION UNIVERSITARIA: “VAMOS A CAMBIAR EL ECUADOR”
Un capítulo aparte dentro de la Reforma Universitaria
caracterizada como democrática, altamente científica y humana y al servicio de
los sectores populares de nuestro Ecuador se merece la extensión universitaria
que nace históricamente a partir de la denominada Democratización de la Educación Superior que a su
vez cimenta sus inicios en la LUCHA
POR EL LIBRE
INGRESO.
Es así que la extensión irrumpe en la
universidad cuando ingentes cantidades de hombres y mujeres jóvenes de las
barriadas y de los campos de nuestro país logran estudiar en las Universidades,
lo que posibilitó un debate sobre la necesidad de vincular a los Centros de
Educación Superior como entes activos en la resolución de los problemas de la
sociedad.
Hoy el reto que el país le hace a la Universidad Pública
y concretamente a las y los estudiantes universitarios es mayor, justamente
cuando se pone en debate el tema de la posible mercantilización de los Centros
de Educación Superior es cuando los neoliberales desprestigian nuestro accionar
afirmando: -lila inutilidad de subsidiar la educación de miles de personas a
cambio que el Estado reciba ese peso significativo en lo que corresponde a
gasto"-. Es preciso que desvirtuemos ese discurso levantando nuestra voz
y accionar para afirmar que ¡sí es posible cambiar nuestro Ecuador! y que los
universitarios podemos jugar un papel protagónico, a través de la extensión
universitaria, en esa transformación.
Nuestra extensión no es la misma que la del
neoliberalismo, la OMC
y la Embajada
Norteamericana; pues ellos han desfigurado la concepción inicial
al interpretar que la
Universidad se vincularía con la sociedad cuando preste sus
servicios extrañamente a los sectores de los grandes empresarios e
industriales, pues entienden que en ellos descansa el título de "sociedad
civil".
La verdadera extensión es tratar permanente
como la
Universidad Pública Ecuatoriana se vincula con los distintos
sectores tanto públicos como privados, pero priorizando su relación de
compromiso con aquellas franjas de desposeídos de los sectores populares.
La extensión universitaria que planteamos
se pertrecha con la formación académica y profesional de I@s
estudiantes, es un proceso que sensibiliza a los extensionistas
con la problemática social por lo que no debe ser una práctica forzada, sino
consciente y necesaria para que la U
haga carne en la sociedad.
Nuestra propuesta de extensión incorpora
elementos como:
-
Creación de cooperativas mixtas de
producción en el campo, en la artesanía, en la minería, en la pesca, en el
pequeño comercio; etc. con financiamiento del Estado y asistencia técnica de
las Universidades. .
-
Campaña nacional de alfabetización para
reducir los altos índices de analfabetismo tanto de niñ@s,
jóvenes y adult@s.
-
Programa Nacional de Reforestación de los
campos de nuestro Ecuador y que garantice la explotación racional, equitativa y
ecológica de los recursos forestales.
-
Esta vinculación se ha de producir a través
de diferentes medios que signifiquen para los estudiantes parte de su formación
profesional y para la comunidad un servicio. Parte integrante de esta relación
debe considerarse la difusión cultural y artística de las Universidades.
-
Vinculación con las organizaciones comunitarias
para que la Universidad
aporte con su contingente en la movilización de la colectividad para enfrentar
los problemas, necesidades y aspiraciones de la misma.
De este modo, la Extensión
Universitaria se constituye una de las tareas claves del
movimiento estudiantil, en el desarrollo de la Reforma Universitaria.
Los Estudiantes Universitarios
estamos comprometidos con la sociedad porque somos parte de ella, no podemos ni
debemos evadir la responsabilidad de educar, guiar y colaborar con los pueblos
del Ecuador.
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